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Manuel Piñero ***
Si hubiese que destacar una personalidad sobre las de su tiempo, un representante de la vida y la gente de la Frontera, esa persona sería sin lugar a dudas William Frederick Cody, eternamente conocido como Buffalo Bill, el rey de la Frontera. Así fue denominado en 1869 por un periódico neoyorkino y puede decirse que cumplió con el apelativo a rajatabla. El coronel Cody resume en su biografía casi un siglo de historia americana, siendo fiel ejemplo del empuje y la iniciativa de su sociedad y nación.
Bill fue colono, correo, cazador, trampero, explorador, soldado, diplomático, indigenista, estrella del espectáculo, empresario y celebridad mundial. Viajó por medio mundo y alternó en cortes y palacios con las principales figuras del momento. Pocos de ellos habían visto tanto mundo ni estado en tantas salsas como él. Nadie como Buffalo Bill para resumir y aunar en su biografía la representación del ideal aventurero del Oeste americano, el amaño de la narrativa histórica de los Estados Unidos, la utilización del espectáculo como vehículo para la política o la defensa de las comunidades indígenas. Con William F. Cody el Oeste romántico pasó a ser patrimonio universal.
Estas son algunas de sus imágenes, el retrato del hombre imposible de desligar del personaje y sus poses decimonónicas. A Bill le gustaba la cámara, está claro, y supo poner de su lado el novedoso poder que las imágenes adquirían en su tiempo como soporte narrativo. Estas fotografías recorren su vida pero también nos presentan la forja de un sueño, el fin de una época y el nacimiento de un mito, el primero del gran show americano.
"Si un buen caballo no tenía tendencia a saltar un obstáculo o dejarse llevar, le dejaba elegir su propio camino". W.F. Cody
"El
mejor de cuantos Sioux he conocido a lo largo de mi vida, en cualquier
tiempo y lugar, fue el maravilloso y veterano combatiente Toro Sentado,
cuya vida será escrita un día por algún historiador que realmente pueda
hacerle justicia". W.F. Cody
"Solo
ha sentido cuanto un hombre puede sentir quién vaga sobre las praderas
del lejano Oeste, bien armado, y montado en un corcel veloz y galante". W. F. Cody
"El Oeste de los viejos tiempos, con su carácter fuerte, sus
severas batallas y sus inmensas extensiones solitarias, nunca se borrará de mi mente". W. F. Cody